Bienvenido

Bienvenido al blog de Julia Jiménez Hens

domingo, 24 de mayo de 2015

Trust in your intuiton... Eyes closed can see more than a blind mind.
La madurez emocional es aquella que sabe avanzar por sus propias pérdidas, que ha aprendido del desapego y que a su vez, concibe las dificultades como experiencias de aprendizaje.


Hemos de tomar conciencia de que la vida, no es un sereno paseo donde la felicidad está siempre garantizada. La vida en ocasiones duele, y debemos aceptar la frustración, la pérdida y cada uno de los duelos. Porque todos ellos, son caminos hacia una necesitada sabiduría.

viernes, 22 de mayo de 2015


Hay una infinidad de hermosura detrás de nuestras inseguridades, detrás de eso que nos cuestionamos y que nos hace enfermar de miedo.Somos lo que pensamos y, con estas creencias, nos ponemos un disfraz que impide que el mundo nos vea tal y como somos. Pero hay veces que incluso el resto de la gente ve lo maravilloso que tenemos dentro antes que nosotros. Y cuando sacamos a la luz nuestros complejos, ¿qué vemos?Lo importante es el alma. Lo que está debajo de la ropa. Lo invisible. Eso que tiene su lugar más allá de la simple vista. La verdadera belleza es la interior, la única que no perece, la única que no se puede arrebatar y que solo se puede ver cuando se mira con los ojos del alma.Es esa que no se mide por lo que podemos apreciar a simple vista, pues la verdadera belleza es una actitud. Vivimos preocupados por las apariencias, por no resultar estrafalarios y por no desentonar ante los convencionalismos que nos aprisionan. Eso es lo que no nos permite mostrar al mundo nuestro esplendor.Pero la realidad es que no existe en el planeta un maquillaje que consiga embellecer un corazón feoUn interior hermoso se construye amando la vida y deshaciéndonos de las ausencias y de los sentimientos negativos. Se constituye engrandeciendo nuestro mundo interior, haciéndolo más extenso, eliminando la comodidad emocional y coleccionando motivos propios.Una actitud mental positiva crea más milagros que un cambio de imagen.
Sé suave, no dejes que el dolor te endurezca. Crea tu propia belleza, una que no se pueda definir con palabras y cultívate con los pequeños detalles. La clave está ahí, dentro de ti.

martes, 19 de mayo de 2015


Tenía primavera en los labios.

"La chica de la imagen en ocasiones me recuerda enormemente parecida. No debería extrañarme, pues me usé de modelo. Sin embargo, en ella permanece todo aquello de lo que siempre me he sentido orgullosa y que en multitud de ocasiones pierdo de vista.

Es una muchacha con una alegría vital desbordante; sólo de oírle decir todo lo que es capaz de hacer una se siente cansada. 
Tiene unos ojos vivos, una sonrisa viva, una voz dulce y una gran capacidad de amar. Es fuerte, es inteligente, luchadora y cuando tiene un objetivo firme, no hay nada capaz de hacer que se rinda. También es leal, valiente y desprendida. Siempre puedes contar con ella, aunque en ese momento ella no pueda contar consigo misma.

Pero la mujer real que hay detrás no es siempre así. La mujer real a veces se queda sin fuerzas, a veces se rinde, a veces no sonríe y a veces sus ojos llorosos delatan una voz quebrada que te rompe el corazón. En ocasiones siente el suelo tambalear bajo sus pies y cuando la tierra se abre y empieza a caer, se puede oír una débil voz de socorro.
La mujer real es eso: real."
Anónimo.



Ella no solo besaba, 
le daba bocados al tiempo 
que manejaba a su antojo.

Hacía mis días cortos 
entre sus manos, 
y eternos con las esperas.

Ella no solo besaba, 
ella mordía mi futuro 
en cada beso,

y lo sabía.
Macondo.

domingo, 17 de mayo de 2015


Me estoy reponiendo por mí misma, tratando al cuerpo con muchísimo amor, cariño, suavidad, respetando mi sensibilidad. He aprendido que mi sensibilidad debe ser respetada por mi misma en primer lugar. Porque también somos un cuerpo y de su bienestar depende la calidad de nuestra experiencia vital.
Los sistemas naturales de sanación y regeneración de nuestro organismo sólo se activan cuando estamos relajados. Cuando algo activa nuestra respuesta de estrés todos los mecanismos de renovación y curación de nuestro cuerpo quedan disminuidos, al igual que nuestro sistema inmune, y nuestra capacidad de asimilar los nutrientes. Es por esto que he entendido que si lo que sana mi cuerpo es una respuesta de relajación, no puedo agredir a mi cuerpo en modo alguno, ni tampoco sobreestimularlo. Sin embargo, todo lo que tiene que ver con la suavidad, con el cuidado, con el amor, con escuchar al cuerpo, con fluir con la vida... eso es lo que me mantiene viva, sana y feliz.
Crear ese espacio en el que, de manera natural, nuestro cuerpo y mente puedan reorganizarse de una manera más saludable y tender de nuevo hacia el bienestar, la paz y el equilibrio.
La confianza en los otros no debe hacer que desconfíe de mi propio criterio, de mi intuición y de los mensajes que mi cuerpo me envía, puesto que yo soy la única autoridad en mi vida.
¿Existen lugares de mi vida en los que estoy confiando más en la voz de los demás que en mi propia voz? ¿Estoy confiando mi bienestar a otros en lugar de escuchar la voz de mi propio cuerpo? ¿En qué lugares de mi interior estoy siendo violenta conmigo misma?
Y una vez que me planteo estas preguntas, paro, me escucho, y trato de tomar conciencia... toca hacer de este conocimiento algo real en mi vida pasando a la acción, porque la toma de conciencia sin acción no cambia nada. Abandonar hábitos, costumbres y entornos que hacen daño con la promesa de que lo hago por mi salud y por mi bien.

Date permiso para cuidar de ti con una amabilidad y un amor que te sorprendan. Disfruta y emociónate queriéndote y mimándote, porque tú eres tu posesión más valiosa.


La humanidad está inscrita en un sentimiento profundo de insatisfacción. Nacer y morir ofrece sufrimiento, recordar el pasado y los errores cometidos nos somete a un desasosiego continuo.
Las personas solemos establecer unos apegos poco saludables con todo aquello que nos rodea. Nos aferramos a los bienes materiales e incluso a otras personas fomentando nuestros propios egoísmos, nuestras propias vulnerabilidades.
Los apegos desmedidos generan en la humanidad pasiones dolorosas, venenos que nos enferman y debilitan. Nos aferramos a cosas transitorias y quedamos heridos cuando las perdemos.
Todo lo que piensas, haces e incluso declaras en voz alta, genera un resultado en ti y en quienes te rodean. Porque todos somos un todo, porque tú no estás ajeno a ese equilibrio.
Para acabar con tu sufrimiento o insatisfacción, debes ser consciente de tu propio talento para hacer el bien. Entiende que eres capaz de sanarte a ti mismo, y que a su vez, puedes ayudar a los demás.

jueves, 7 de mayo de 2015


 Los tontos esperan el día de suerte, pero cada día es una suerte.

Buda.


Los obstáculos son esas cosas espantosas que ves cuando apartas los ojos de la meta.
Henry Ford. 



Sólo hay una manera de evitar la crítica: no hacer nada, no decir nada, y nada.
Aristóteles. 



"He fallado una y otra y otra vez en mi vida. Es por eso que tuve éxito."


 Esfuérzate por no sólo tener éxito, sino más bien para ser de valor.

Albert Einstein.


No esperes; nunca va a ser el momento oportuno. Comienza en cualquier lugar, por cualquier medio que puedas tener a tu disposición que encontrarás en el camino.
Napoleón. 




Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, en cualquier caso siempre tendrás razón.
Henry Ford.

lunes, 4 de mayo de 2015




Hasta avergonzar a todos los Marqueses de Sado,

Hasta enrojecer las putas de la bahía,
Hasta hacerle gritar gracias a todos los ecos,
Hasta hacer temblar los muros de Jericó,
Te quiero amar.

Hasta prender infiernos en tus ojos,

Hasta enrabiar todos los truenos de Dios,
Hasta estremecer los senos y todos los Santos,
Hasta rezar y suplicar nuestras manos,
Te quiero amar.

Te quiero amar.

Como nadie jamás te amó.
Te quiero amar.
Más allá de lo imaginado en tus sueños.
Te quiero amar. Te quiero amar.

Te voy a amar

Como nadie jamás se atrevió amarte.
Te quiero amar
Así como me hubiera tanto querido ser amado.
Te quiero amar. Te quiero amar.

Hasta envejecer y avergonzar la noche,

Hasta llegar el día quemar la luz,
Con la pasión y hasta la locura,
Te quiero amar, te quiero amar de amor.

Hasta rendirlos y hacer cerrar nuestros ojos,

Hacer sufrir nuestros cuerpos hasta morir,
Hasta volar nuestras almas al séptimo cielo,
Creerse muertos y aún hacer el amor,
Te quiero amar.

Te quiero amar

Como jamás nadie te amo.
Te quiero amar
Más allá de lo imaginado en tus sueños.
Te quiero amar. Te quiero amar.

Te quiero amar

Como nadie se atrevió amarte.
Te quiero amar
Así como me hubiera gustado ser amado.
Te quiero amar. Te quiero amar.



La práctica hace al maestro


La práctica te hace profesional de algo. La práctica te convierte en experto. Pero…¿Sabes qué practicas realmente en tu vida cotidiana?
Hace unos días me estuve haciendo esta pregunta, y me di cuenta de que a menudo estamos practicando cosas como la impaciencia, el estrés, la rabia, la frustración, la tristeza, el enfado, vivir con el botón automático, etc.Practicamos el miedo tantas veces al día, practicamos la duda. Y practicamos el no creer en nosotros mismos. Practicamos el vivir como un hámster en una rueda, corriendo, corriendo sin parar dentro de la rueda, pensando que vamos hacia algún sitio y agotándonos sin llegar a ninguna parte.Practicamos el posponer lo que nos haría bien. Practicamos el priorizar, el trabajar sobre el vivir, el hacer sobre el ser. Practicamos el no dormir, practicamos no cuidarnos. Practicamos dejar a un lado el amor, practicamos ver la televisión y llenar nuestra mente de malas noticias. Practicamos rechazar nuestro propio cuerpo, criticarnos a nosotros mismas.Por supuesto también practicamos cosas buenas. Pero eso no me preocupa. Son prácticas maravillosas y te harás una maestra en ellas.
En cuanto a éstas no tan buenas o francamente negativas, pregúntate: ¿Quizá practicas la falta de armonía, la tensión, el caos cotidiano? Porque en todo lo que practiques te harás una experta. Todo lo que practicas se hará cada vez más fuerte en tu vida, irá ocupando espacio, ganando terreno. Practica cada día, en cada momento, para y practica, crea unos hábitos.
Y aquí nos caemos todos, por inercia. No hacemos esto conscientemente, lo hacemos sin darnos cuenta, porque es una práctica extendida en nuestra sociedad. De la misma manera en que los adolescentes empiezan a beber porque es lo que ven alrededor, o a fumar para sentirse más mayores, nosotros también hemos ido imitando y aprendiendo de los adultos anteriores todas estas prácticas. Hemos pensado que era lo normal. Pero no es lo natural.El ser humano, como todo organismo vivo, está creado para acercarse a lo bueno, a lo que le da bienestar, y alejarse de lo que le causa sufrimiento. Sin embargo, en nuestra cultura algunas elementos se han distorsionado y vivimos enganchados a esas emociones.
Pero ahora tienes la oportunidad de pararte, de abrir los ojos y decidir que tú no quieres seguir por ese camino. Que quieres caminar por una senda que te lleve a la felicidad. Tú eres quien dirige tu camino y tu vida, tus marcas los pasos, cuando cambias tu actitud se abren nuevas oportunidades, nuevos caminos. Reclama ese tiempo para ti. Ocúpalo de antemano en algo que te haga feliz.
Todo lo que practicas terminará por ser tu propia vida.
Anónimo.

domingo, 3 de mayo de 2015


Soy torpe, camino despacio, me tropiezo mucho y hasta le cojo cariño a la piedra.

Pero ahí estás tú para ilustrarme con tu gracia, para esperarme paciente y recordarme que no hay prisa, que lo importante es disfrutar del camino y ya si eso llegaremos a
lgún día; para explicarme que los tropiezos son necesarias y las cicatrices son bellas; e incluso ahí estás tú para recordarme que tampoco es tan terrible cogerle cariño a las piedras, que somos humanas e imperfectas, y que si me da por una piedra y le cojo cariño, pues oye, que nos llevamos la piedra una temporada y no pasa nada, ya la soltaremos, que no es el fin del mundo. Ahí estás tú para enseñarme que de todo se aprende, que no hay mal que por bien no venga, que la vida es un regalo y que cada día esconde una preciosa lección. 

Gracias.

Madre


Madre:

No te necesito, te prefiero.
Con esto quiero decir que la única persona a la que necesitamos para vivir es a nosotros mismos. Y yo, en pleno derecho de usar mi libertad emocional, si pudiera elegir a mi madre una y otra vez en cada vida que tuviera, volvería elegirte a ti para estar a mi lado, cuidarme y enseñarme.

No sé si te querré toda la vida de la misma forma en que lo hago ahora, no sé si lo haré con la misma fuerza y con la misma intensidad siempre, ni si te admiraré como lo he hecho en muchos momentos... pero lo que sí que sé es que ahora mismo, mamá,  te prefiero sobre ninguna otra.
No ocupas mi mente cada segundo, pero sí que vas siempre conmigo a donde voy (aunque sea en el Whatsapp jejeje ). No eres mi primer pensamiento al despertar, pero eres la primera persona a la que recurro cuando quiero compartir una alegría o una tristeza. No tienes todas las respuestas, pero me guías y me animas a formularme las preguntas adecuadas. No eres perfecta, pero me cuidas, me proteges y me guías con el amor más puro y sincero que conozco. Tal vez no siempre lo hagas bien, pero siempre has querido lo mejor para mi y tus actos han sido siempre desde la mejor y la más bella de las intenciones.

Yo soy yo y tú eres tú. Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y tú no estás en este mundo para cumplir las mías. Yo soy yo… Un ser completo aún con mis carencias. Tú eres tú… Un ser completo aún con tus carencias. Pero junto a ti crezco y aprendo día a día, y sobre todo, soy muy muy muy feliz. Mucho. No sabes cuánto.

Somos capaces de no cuestionar nuestras diferencias y de celebrar juntas nuestros logros y nuestros fracasos (que los fracasos también se celebran; ambas sabemos que a veces se gana y aveces se aprende). Somos capaces de caminar la una junto a la otra como maestra y alumna, como amigas, como madre e hija, como cómplices de la vida... y nuestro amor y cariño es mutuo, respetuoso, y me atrevería a decir que si este amor no es puro, dudo que exista nada más divino y sagrado en este mundo.

Dejo de buscar la felicidad fuera cuando soy capaz de verme y reconocerme a mi misma, en mi esencia. Cuando me acepto como soy, sin condicionantes. Soy feliz cuando me veo caminando por mi propio pie, por mi misma, para mi misma. No tratando de agradarte con mi caminar, no esforzándome por seguir tus mismos pasos... sino siendo consciente del regalo que es caminar y avanzar junto a ti, tal y como eres tú, tal y como soy yo, paseando felices, con nuestras semejanzas y diferencias, cogidas de la mano.

Te quiero con toda mi mente, mi conocimiento, mis ideales, mis expectativas, mis miedos, mis experiencias... y todo mi corazón.

 No te necesito, te prefiero.
Mamá, te quiero.


“Nos hicieron creer que “el gran amor” solo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja y la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.Nos hicieron pensar que una formula llamada “dos en uno”: dos personas pensando igual, actuando igual, era lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene un nombre “anulación” y que solo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.Nos hicieron creer que el matrimonio es obligatorio y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos.Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que solo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.No nos contaron que estas formulas son equivocadas, que frustran a las personas, son alienantes y que podemos intentar otras alternativas.Nadie nos va a decir esto, cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy enamorado de ti, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor….aunque la violencia se practica a plena luz del día.
John Lennon

viernes, 1 de mayo de 2015


Recuerda que la sociedad es egoísta, no esperes que los demás valoren lo que haces o no haces. Ten seguridad en ti mismo y en lo que construyes. No hagas castillos en el aire, no vendas humo. Aprecia lo que tienes y no desees en exceso lo que no tienes.
La felicidad en la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar. Pon tu pasión al 100% en cada paso que des, ámate a ti mismo sobre todas las cosas y cultiva nuevos amores pero, sobre todo, replantéate tus prioridades a diario.
 Arriésgate a vivir tu propia vida, porque el mayor peligro es no vivirla.

La vida es tan corta que no podemos esperar a que lo que queremos venga hacia nosotros, debemos de volar hacia ello. Porque al final lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años. Hay una enorme diferencia entre conocer el camino y andarlo. Muchos conocemos o creemos conocer el camino que hemos de recorrer pero pocos disfrutamos de la experiencia de recorrerlo. 
Crece, estudia, encuentra al amor de tu vida, cásate, ten hijos, trabaja para sacarlos adelante, ten unos nietos maravillosos y espera a que tu vida se duerma. ¿De verdad esto es para todos? ¿De verdad que es lo que queremos?
Me resulta complicado creerlo. Si preguntamos a un jugador cuál es la mejor forma de jugar nos dirá que no la hay. Depende del momento, de su situación y de la de su oponente, del significado que ofrece la jugada y de cómo se componga el entorno en ese momento. Lo mismo pasa con la vida.
Somos el ahora y el aquí, eso es lo importante. El tiempo es vida y tú no sabes cuánto te queda.Algunos de nosotros tratamos en un momento u otro encontrar el sentido a la vida. Lo que no pensamos es que VIVIR es el único sentido de esta. De verdad, la vida no está montada para que la programemos o la desperdiciemos planteándonos qué sentido tiene vivir.
No importa el sentido de la vida en términos generales porque vivir es libre. Que nada ni nadie te diga lo que tienes que hacer o sentir en ningún momento. Que no te importe el qué dirán, porque solo te hace libre vivir a tu manera.
Eso sí, vivir la libertad también tiene un precio que no puedes eludir: la responsabilidad. Recuerda que tu libertad acaba donde comienza la de los demás, nunca hagas daño por iniciativa propia. Explora tus valores y ponlos en práctica.
Ríe cuando quieras reír y llora cuando necesites hacerlo, pues la vida no tiene límites para ti. Cambia lo que quieras cambiar aunque eso suponga que corras el riesgo de fallar. Unas veces se gana y otras se aprende, por lo que si no obtienes lo que quieres al menos estarás creando equipaje.
No esperemos a llegar a la cumbre para admirar las vistas, todas las posiciones tienen algo bello. Cada punto de nuestro recorrido puede convertirse en un ensueño aún cuando creemos estar en una terrible pesadilla.

Soy felizmente ridícula


Las personas con una predisposición mas elevada a parecer ridículos, son aquellos que se toman la vida demasiado en serio. Los que son capaces de reírse de las peripecias graciosas o extrañas de los demás, pero sobre todo de ellos mismos, gozan sin duda de un maravilloso antídoto contra la vergüenza y las sensaciones que los dejan en evidencia. 
  
Vivimos inmersos en un mundo veloz, donde todo se olvida casi instantáneamente, y donde  a los 15 minutos ya nadie recordará nuestras hazañas por absurdas que nos parezcan. Incluso encontraremos personas a favor  y en contra  cuando mas extravagantes nos parezcan las meteduras de pata.

Y es que en  realidad  nadie es ridículo, sino que se siente ridículo. Tal vez el truco consista en reírse tras la caída o el resbalón, y en apartar los dramas diarios. Ojalá que cada vez que nos sintamos ridículos no  nos preocupe nuestra imagen o lo que piensan de nosotros, sino lo que en realidad somos y sentimos.

Esta es tu vida. Haz lo que amas, y hazlo a menudo. Si no te gusta algo, cámbialo. Si no te gusta tu trabajo, déjalo. Si no tienes tiempo suficiente, deja de ver la televisión. Si estás buscando el amor de tu vida, para; te estará esperando cuando estés haciendo cosas que realmente quieres.
Para de analizarlo todo, la vida es simple. Todas las emociones son fantásticas. Cuando estés comiendo, aprecia cada bocado. Abre tu mente, brazos y corazón a cosas y gente nueva, estamos unidos por nuestras diferencias. Pregunta a la próxima persona que veas cuál es su pasión y comparte un sueño inspirador con ella.
Viaja a menudo; perderte te ayudará. Algunas oportunidades sólo vienen una vez, aprovéchalas. La vida es la gente que conoces, y las cosas que creas con esas personas. Sal fuera y empieza a crear. La vida es corta. Vive tu sueño, lleva a cabo tu pasión.
Manifiesto Holstee


"The past has no power over the present moment."
Eckhar Tolle.


"Everything that irritates us about others can lead us to an understanding of ourselves."
Carl Jung 


"Yesterday I was clever, so I wanted to change the world. Today I am wise, so I am changing myself."
Rumi. 


What a liberation to realize that the “voice in my head” is not who I am. Who am I then? The one who sees that.
Eckhart Tolle 

Pausa.


Dedica cada momento a una sola actividad. Emplea tu mente y tu cuerpo en ella; verás que no solamente haces todo más rápido, sino mejor. Y estarás en el camino de aprender a quedarte enteramente en el presente.

 Las pausas son fundamentales.

Tomar una pausa, después de determinada cantidad de tiempo, es un acto casi sagrado. Representa un signo de respeto por nosotros mismos y, además, una clara conciencia del compromiso con nuestras labores. La pausa permite proteger y a la vez reactivar todo nuestro organismo, comenzando por el cerebro. No importa en qué inviertas esos pequeños descansos: un breve paseo, una pequeña siesta, unos minutos de ejercicio; lo importante es que hagas esa ruptura temporal con tu actividad. Eso fortalecerá tu capacidad de ubicarte en el aquí y el ahora.



Tu único límite eres tú.
Vivir el momento para sentir la eternidad.
Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta aquellos que creas más exteriores y materiales.
Amado Nervo



Por favor, ten paciencia. Soy humana, imperfecta y aún estoy creciendo.

Namasté





¿Se practica a día de hoy el sentido de la gratitud desde la perspectiva más noble de la humildad? 
¿Solemos reconocer a los demás del mismo modo que nos reconocemos a nosotros mismos? 

La palabra Namasté no se trata de una palabra única, sino que es resultado de dos términos: “namas” que podríamos traducir como “saludo” o “reverencia”, y que tiene su raíz en “nam”, que significa “postrarse” o “inclinarse“te”, que vendría a ser un pronombre personal para configurar la expresión “me inclino o me postro hacia ti”. Esta idea viene a configurar a su vez la espiritualidad que representa a esta cultura, donde todos nosotros formamos en realidad un todo en unión con el universo.Si todos formamos parte de una misma entidad, lo que a ti te afecta a mi también me afecta. Por lo tanto, reconozco a los demás también como parte de mi mismo, de ahí mi respeto, de ahí que la palabra Namasté se simbolice a su vez con el gesto de juntar las manos.Al hacerlo, le indicamos a la otra persona que no hay diferencias entre ambos, que los dos somos la misma cosa. Es interesante a su vez tener en cuenta que, para el hinduísmo, la mano derecha representa a la deidad, a ese plano espiritual, mientras que la izquierda, configura lo terrenal, y al devoto que se inclina hacia dicha deidad.
Al pronunciar la palabra Namasté le damos las gracias a la otra persona y la reconocemos por el acto que haya hecho. No obstante, al dar las gracias a la otra persona también me reconozco a mi mismo, porque ambos hemos creado una unión mutua. Es decir, si yo ayudo por ejemplo a un amigo a solucionar un problema y él me da las gracias, ambos salimos beneficiados: él por haber resuelto su problema y yo por haber cumplido ese acto de nobleza. Ambos formamos un todo donde nos reconocemos mutuamente.
Puede que no seas religioso, es posible que tampoco te veas a ti mismo como una persona espiritual capaz de utilizar la palabra Namasté a partir de ahora, pero ese no es el objetivo. Lo importante es pensar en los valores que se integran en esta palabra: gratitud y reconocimiento.