Ayer todo era pureza, calma y equilibrio. Vida y comprensión. Gobernaba el amor, la confianza, la escucha y la reflexión. Reinaba la armonía y la consonancia. Regía la fortuna, la paz y el vigor. Yo era un lienzo fresco de colores, una danza policromática de tonalidad y resplandor. Imperaba la vitalidad y mi energía sobrepasaba el Sol.
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