¿Si te sientes aceptado todo genial, pero como sientas que caes mal o tengan mala opinión de ti, se esfuma la felicidad?
¿Dependes en exceso de los demás para estar bien o mal?
¿Evitas a toda costa dar la contraria para evitar enfrentamientos?
¿Te invade el temor a molestar o a ser rechazado?
¿ El sentimiento de culpa está a menudo contigo, sientes que eres el responsable de la felicidad de los demás?
¿Te sientes con la obligación de contentar a los demás y si no lo haces te sientes culpable¿
¿Caes fácilmente en los chantajes emocionales y no soportarías que por tu culpa alguien se hiciera daño?
¿Sacrificas tu felicidad para dársela a otros?
La felicidad y el amor llegan sanamente cuando uno se siente bien consigo mismo. No podemos tener una relación sana si antes no nos hemos desarrollado como personas.Cuando uno mismo se ama y no necesita a los demás, es cuando está preparado para querer de una manera sana. Una cosa es “necesitar” y otra muy diferente es “desear”. Cuando necesitas de los demás no funciona, porque si uno no se ama a sí mismo, tampoco podrá amar a los demás de una manera madura y sana. Uno debe aprender a disfrutar de la vida sin buscar el amor y la aprobación del exterior. Todo eso debe nacer de uno mismo. Desarrolla tus habilidades, labra tu futuro, dedica tiempo a tus hobbies, haz amistades con gente buena, viaja, mira a tu alrededor para disfrutar de las pequeñas cosas, y sobre todo cuídate y ámate como te mereces.
Todo lo que necesitas para ser feliz ya está dentro de ti. Deja de buscar fuera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario