Que algo sea bueno aquí ahora no significa que sea igualmente válido allí y mañana. Aferrarnos a determinadas condiciones sólo para intentar prolongar sensaciones que nos hicieron felices en el pasado es absurdo. Cada momento de la vida es único e irrepetible, perfecto para el instante que acompaña, y esconde su propia lección, su vivencia, y el placer de un nuevo aprendizaje.
Podría parecer que una vida basada en la estabilidad nos proporciona serenidad, pero la idea de un futuro estable, en realidad, es lo que más perjudica al espíritu de aventura natural del hombre. El núcleo esencial del alma humana es la pasión por la aventura.
La dicha de vivir reside en encontrar experiencias nuevas y ésta es la razón por la que no hay felicidad más intensa que vivir con unos horizontes siempre cambiantes, donde cada día te encuentres bajo un sol nuevo y diferente, donde no te pongas límites. Cualquier persona es capaz de lograr lo que sea si tiene absoluta creencia de que lo hará. Lo único que nos separa de nuestros sueños son los miedos, que no son más que barreras mentales. Confía en que puedes hacerlo y cuando te quieras dar cuenta ya lo habrás hecho.
Si quieres aprovechar mejor la vida tienes que renunciar a una experiencia segura y monótona.
Déjate sorprender, fluye con la vida, agradece cada instante, adopta un estilo de vida en el que todo sea provisional. No necesitas tanto como crees ni ninguna situación es tan trágica como piensas.
Estamos aquí de paso, no sabemos por cuánto tiempo. ¡Es de locos desperdiciar el regalo de estar vivo ahora!
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